Según un comunicado divulgado por el fiscal especial Robert Mueller, los imputados conspiraron -desde 2014 hasta la actualidad- para interferir “con los procesos políticos y electorales de EE.UU., incluida la elección presidencial de 2016”.

Sin embargo, el Fiscal General adjunto, Rod Rosenstein, aseguró poco después de conocerse las acusaciones que la justicia estadounidense no halló pruebas de que la injerencia rusa en las presidenciales de 2016 haya tenido algún impacto en el resultado.

“No hay un alegato en los cargos presentados (contra los 13 ciudadanos rusos) de que la conducta alegada haya alterado el resultado de la elección de 2016”, en la que resultó electo Trump, dijo Rosenstein en una conferencia de prensa en el Departamento de Justicia.

De acuerdo con Rosenstein los inculpados llevaron adelante “lo que ellos han llamado una ‘guerra de información’ contra Estados Unidos” con el objetivo de “diseminar la desconfianza hacia los candidatos y el sistema político en general”.

Pero “no hay pruebas en esta acusación de que ningún estadounidense fue un participante consciente en esta actividad ilegal”, dijo Rosenstein.

¡No hubo colusión!”

Los contenidos creados por el grupo de rusos fueron retuiteados por dos hijos del presidente, Don Jr y Eric, así como por otros dirigentes de su campaña y miembros del círculo cercano de Trump, según la investigación de Mueller.

Las acusaciones son una espada de doble filo para Trump, quien ha negado reiteradamente la interferencia rusa, calificándola de “falsa noticia” y de un intento de desvirtuar su victoria electoral.

Por un lado confirman la intervención rusa, pero parecen exonerar a su entorno de la sospecha de que conscientemente coludieron con esas actividades de Moscú.

El presidente niega enfáticamente que haya existido cualquier complicidad entre su comité de campaña y funcionarios rusos para influenciar el resultado de las elecciones, y varias veces afirmó que el caso no pasa de ser una “caza de brujas”.

“El resultado de la elección no fue afectado. La campaña Trump no hizo nada equivocado, ¡no hubo colusión!”, apuntó el mandatario en Twitter.

Más tarde, Trump afirmó en un comunicado que “es hora de poner fin a los estrafalarios ataques partidistas, a las extrañas y falsas acusaciones y a teorías inverosímiles, que solo sirven para hacer avanzar agendas de malos actores como Rusia”.